Haz un recuento de tus logros y metas alcanzadas. Celebra cada uno, por más pequeño que parezca, y regálate un reconocimiento por esos esfuerzos. No subestimes tus avances, cada paso cuenta en el camino hacia tu
Planifica tus gastos de manera consciente. Aunque es lindo dar obsequios a quienes amamos, recuerda que el mejor regalo es tu tiempo, tu presencia, tu cuidado y tu amor. Estos gestos son invaluables para tus seres queridos.
Gestiona tus emociones con empatía hacia ti mismo. Si atraviesas un duelo o no puedes estar con tus seres queridos, está bien sentir tristeza. Date permiso para llorar si lo necesitas y no te obliga a estar alegre solo porque es temporada festiva. Busca apoyo, incluso una o dos sesiones con un profesional pueden ayudarte a procesar tus sentimientos y manejar mejor la situación.
Dedica tiempo a hacer una limpieza profunda en tu espacio personal. Deshazte de lo que no necesitas y considera vender o donar esos artículos a quienes más los necesitan. Saber que otros podrán darles un buen uso te hará sentir pleno y satisfecho.
Rodéate de las personas que amas. Si no puedes visitar a todos, haz un esfuerzo por llamarlos o realizar una videollamada. Estos momentos de conexión serán mucho más valiosos que un simple mensaje en redes sociales.
Regálate tiempo para reflexionar sobre lo positivo en tu vida. Haz una lista de tus herramientas, cualidades, tu red de apoyo y los recursos que tienes para alcanzar tus metas en el nuevo año.
Finalmente, escribe tu lista de propósitos para el próximo año. Sé realista y objetivo para evitar generar estrés innecesario. Establece metas a corto plazo y ajusta tus planos conforme vayas avanzando. Tal vez quieras mejorar tu alimentación, adopta hábitos como correr o inscribirte en un curso en línea. Recuerda, cada pequeño paso te acerca más a tus sueños.